ARTE FLORAL

Arte floral
Las obras de arte floral son composiciones cuyos elementos son exclusivamente flores. La denominación clásica española de este género es “florero”, y se trata de un tipo de bodegón. Los bodegones son conocidos modernamente como Naturalezas muertas, traduciendo literalmente el nombre que se le da en francés. En estas composiciones se agrupan flores, frutos naturales, seres sin vida, objetos diversos, telas… y la figura humana con carácter accesorio. Los bodegones y floreros sirvieron para conceder categoría estética a cosas que anteriormente nunca la tuvieron y se presta para que los pintores de tendencias naturaleza o realistas manifiesten sus preferencias. Todos sabemos que las flores son las cosas naturales más líricas de cuantas existen, por su belleza plástica y cromática como también por la inutilidad material y su perfume. La Ornamentación Decorativa nació de la estilización de las hojas, los tallos, flores y frutos, pero principalmente de la interpretación floral.Aunque las flores no constituyen un tema particular hasta el siglo XVII, al igual que el Bodegón, siempre las pintaron los maestros de todas las escuelas y de todas las épocas, porque tienen significación simbólica. Las composiciones de las obras de arte floral adoptan diversas estructuras: en ramo, en un vaso, en orla circular u oval, encuadrando un tema alegórico o religioso, y en disposición desordenada. Hay floreros de flores silvestres, otros de las corrientes, cultivadas, o con flores raras producto de los alambicados procedimientos de jardinería.En este aspecto fueron los flamencos y los holandeses los pioneros, siguiéndoles franceses, italianos y españoles. Daniel Seghers, Van Kessel, Jan Weenix, Marcelis, Antonius, J. Brueguel, Cornelio Schut, E. Pret, Bosmann, Kornelius Van Spaendonk, Jan Van Huysum, y otros crearon floreros maravillosos, interpretaciones fieles, exactas, naturalistas, pintados con técnicas muy sabias. Los franceses del siglo XVIII, J.B. Monnoyer, Tesier, Jacques, Gallet, Huet, transformaron el arte de los flamencos y holandeses en estampas decorativas, aunque sin perder su conexión con las formas naturales.Entre los españoles alcanzaron gran maestría Bartolomé Pérez, Juan de Arellano y otros, los cuales, dentro de un sentimiento vigoroso y realista, pintaron excelentes y graciosos floreros que han servido de modelo a sus infinitos seguidores.

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