Obra de arte
Manifestación artística en la que se resumen un grupo de elementos: los individuales (como la personalidad del artista), los intelectuales (las ideas de la época), los sociales (la clientela) y los técnicos. En primer lugar, la obra de arte es el reflejo de una personalidad creadora, es decir, hay una relación estrecha entre los aspectos personales del creador y las características de su obra. Pero el artista no crea sus obras teniendo como única referencia su “yo”, porque el mundo exterior que le rodea y en el cuál vive incide sobre sus sentidos e influye también en sus obras de una manera inevitable. También se tienen que tener en cuenta cómo inciden en la obra del artista las ideas intelectuales o la ideología de la época, es decir, el conjunto de pensamientos y de sentimientos que impregnan el momento en el que el artista trabaja. Así, por ejemplo, las esculturas o las pinturas del arte románico son antinaturalistas –las figuras no son representadas con realismo-, porque ningún artista de esos siglos tenía interés en reflejar la naturaleza. Este hecho sucedía porque la ideología dominante de la época era muy religiosa y promovía aquello sobrenatural, no aquello natural. Lo que importaba no era la obra artística, sino el mensaje religioso que se derivaba.Las circunstancias sociales influyen también en los artistas, porque no vivían aislados de su entorno. En nuestros tiempos, el comprador de una obra de arte es a menudo anónimo, porque el artista expone sus obras y no llega a saber quién las adquiere. Pero en otra época el artista trabajaba mucho más por encargo y por eso los valores y las necesidades de los grupos sociales dominantes influían en su obra.
Manifestación artística en la que se resumen un grupo de elementos: los individuales (como la personalidad del artista), los intelectuales (las ideas de la época), los sociales (la clientela) y los técnicos. En primer lugar, la obra de arte es el reflejo de una personalidad creadora, es decir, hay una relación estrecha entre los aspectos personales del creador y las características de su obra. Pero el artista no crea sus obras teniendo como única referencia su “yo”, porque el mundo exterior que le rodea y en el cuál vive incide sobre sus sentidos e influye también en sus obras de una manera inevitable. También se tienen que tener en cuenta cómo inciden en la obra del artista las ideas intelectuales o la ideología de la época, es decir, el conjunto de pensamientos y de sentimientos que impregnan el momento en el que el artista trabaja. Así, por ejemplo, las esculturas o las pinturas del arte románico son antinaturalistas –las figuras no son representadas con realismo-, porque ningún artista de esos siglos tenía interés en reflejar la naturaleza. Este hecho sucedía porque la ideología dominante de la época era muy religiosa y promovía aquello sobrenatural, no aquello natural. Lo que importaba no era la obra artística, sino el mensaje religioso que se derivaba.Las circunstancias sociales influyen también en los artistas, porque no vivían aislados de su entorno. En nuestros tiempos, el comprador de una obra de arte es a menudo anónimo, porque el artista expone sus obras y no llega a saber quién las adquiere. Pero en otra época el artista trabajaba mucho más por encargo y por eso los valores y las necesidades de los grupos sociales dominantes influían en su obra.
hrubiales
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